Tras la preocupante noticia de que los niveles de CO2 habían vuelto a aumentar después de tres años de estabilidad, y con Estados Unidos siendo el último país en adherirse al acuerdo de París en medio de un resurgimiento del negacionismo del cambio climático, el clima ha acaparado los titulares por razones preocupantes. Además, tras una temporada histórica de tormentas en el Atlántico, la vigilancia del cambio climático nunca había sido tan crucial, al igual que la previsión de los efectos del aumento del nivel del mar y lo que esto implica para las poblaciones y ecosistemas de todo el mundo. Aunque ahora nos enfrentamos a numerosos desafíos en este ámbito, no todo son malas noticias. Se han logrado importantes avances en la desinversión en combustibles fósiles, la innovación en tecnología verde sigue avanzando rápidamente, y los cambios en la política energética de China están llevando a una inversión sin precedentes en energías renovables.